Sobre los sirios
La región de Mesopotamia, situada a orillas de los ríos Tigris y Éufrates, es donde la mayoría de los historiadores coinciden en que comenzó la civilización. Y es en esta cuna de la civilización donde se encuentra el actual país de Siria y su pueblo, los sirios.
La historia de Siria eclipsa la de la mayoría de los países europeos. Para empezar, se les menciona a menudo en la Biblia. Desde el pueblo de Aram (mencionado innumerables veces en el Antiguo Testamento) hasta su lengua, el arameo, que se convirtió en la lengua que hablaba Jesús, su influencia forma parte inseparable de la narración bíblica. De hecho, fue en la ciudad siria de Antioquía donde nació el término cristiano. La propia Iglesia siria es una de las más antiguas que existen. No se puede negar la larga e impresionante historia que hay detrás del pueblo sirio.
Por desgracia, Siria también está inmersa en múltiples guerras y conflictos. En particular, la guerra civil siria, que comenzó el 15 de marzo de 2011 en medio de las protestas de la Primavera Árabe. La guerra, que comenzó cuando el gobierno del presidente Bashar al-Assad disparó contra los manifestantes, se ha convertido en un destacado conflicto mundial en el que participan numerosas potencias extranjeras, desde Oriente Medio hasta Estados Unidos.
La guerra civil asoló el país y, como era de esperar, provocó la huida de muchos de los que quedaron atrapados en el fuego cruzado. A mediados de la década de 2010, muchas de estas personas llegaron a los Países Bajos con la esperanza de encontrar ayuda y una salida.
Los sirios constituyen actualmente el segundo grupo árabe más numeroso de los Países Bajos, con unas 130.000 personas, una diversidad bien representada en Rotterdam.
Por desgracia, la vida no ha sido fácil para los sirios aquí: 38% sólo pudo encontrar trabajo temporal y dependía de las prestaciones. Esto, unido al malestar general y la desconfianza de los neerlandeses nativos, dificulta la integración de los sirios.
No olvidemos que los atributos más importantes de la Iglesia son su hospitalidad y su compromiso con la comunidad. Ese don, y el Dios del que procede, es algo que nuestros hermanos y hermanas sirios podrían necesitar ahora mismo.
Puntos de oración
- Para la situación en Siria con el reciente cambio de régimen
- Para los sirios de Rotterdam que tienen seres queridos en su país
- Para los refugiados sirios que viven en pateras sin saber qué será de ellos
- Que comunidades cristianas afectuosas acojan a los sirios en Rotterdam y compartan con ellos el Evangelio
- Para ministerios como Fuente de Vida, que comparten el Evangelio entre sirios y otros árabes.
- Para todos los sirios que descubren la fe en Jesús después de mudarse aquí